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Ya fuera en el andén, al cambiar de trenes o al subir al vagón, los audaces dibujos proclamaban: ¡Keith Haring estuvo aquí! Ningún pasajero era ajeno al arte de Haring: los originales dibujos que plasmó en el metro de la ciudad de Nueva York en los años 80 nos hablan de un mundo moderno y callejero, creativo, espontáneo y tierno.
Haring se sirvió para sus grafitis de las amplias vallas publicitarias vacías de la red de metro, cuya superficie inusualmente mate resultaba perfecta para trazar ágiles dibujos con tiza. El arte de Keith Haring se sirve de formas simples con las que expresa su característica mezcla de performance e instinto. Obras de arte en blanco y negro, creadas con la idea de que todos puedan disfrutar de ellas.
Hoy, un poderoso código de símbolos confiere al arte de Haring su significado: el Niño Radiante, el Hombre Murciélago, el Ángel, el Perro Ladrando, la Sonrisa ¡y muchos otros!
Descubre las reflexiones de Simon Doonan sobre el legado impactante de Keith Haring, su lucha contra el SIDA y la vibrante escena artística de Nueva York en los años 80.