Moco Museum
  • ÁmsterdamBarcelonaLondres
Guillermo Lorca Conferencia de prensa

Guillermo Lorca

«Espíritus que luchan entre sí», una respuesta breve y tierna, pero igualmente evocadora, al preguntar por el hilo conductor de toda su obra. «Me encanta la confrontación entre fuerzas opuestas: la dulzura frente al terror, la vida frente a la muerte.

ÓPERAS PINTADAS

Las creaciones de Lorca son todo corazón y alma. Acomete sus inmensos lienzos con pinceladas bruscas, arrastrando al espectador a un viaje a los abismos de su alma. Piezas teatrales bidimensionales u óperas pintadas («¡Me encanta la ópera, crecí con Puccini!», nos dice Lorca) que representan el lado más oscuro de la psicología humana. Tragedias con un realismo muy marcado y toques barrocos. No debería sorprendernos que estas obras dejen al espectador conmocionado, anonadado, incluso devastado. Y esa es precisamente la intención de Lorca: «Creo que hay un lugar en nuestras mentes (todo el mundo lo tiene) a través del cual podemos comunicarnos con nuestro nivel emocional más profundo.


Mi propósito es encontrar ese lugar y conmover a través del simbolismo y el poder espiritual de mis cuadros. Quiero entrar en la mente de la gente y encontrarlo». Así debió sentirse el propio Lorca cuando, a los ocho años, tropezó con un montón de libros de arte, sobre Rembrandt, Caravaggio, Edvard Munch, en la estantería de su madre. Todos y cada uno de estos pintores causaron una profunda y duradera impresión en el joven, conformando así la esencia del futuro artista. Sin embargo, la academia de arte de Santiago no le impresionó tanto. «Digamos que teníamos enfoques muy diferentes con respecto al arte». Al cabo de un año, el joven pintor se hartó de estudiar arte en la universidad. En busca de un enfoque que coincidiera con el suyo, cambió América Latina por Europa para ser aprendiz del pintor noruego Odd Nerdrum, quien le introdujo en el lado espiritual del arte. «Tras unos pocos meses con él, aprendí más que en todos los años anteriores juntos. Además de una gran cantidad de técnicas, me enseñó la que probablemente sea la lección más valiosa de todas: cómo captar el “alma” y el “espíritu” en un cuadro».

«La sociedad necesita símbolos para expresarse. Si los quitamos, como ocurre en algunas dictaduras, se da un paso atrás en nuestra evolución. Necesitamos el arte».

Niña

Lorca explica cómo su personalidad impregna sus obras. «Es una especie de diario simbólico, un viaje a través de las sensaciones inconscientes que han estado presentes en mi vida. Todas las criaturas de mi obra representan una pulsión subconsciente. La niña es la parte interior preciosa y hermosa que hay que cuidar. Es el espíritu principal». Un espectador perspicaz se dará cuenta de que sus niñas tienen a menudo el pelo rosa o azul, lo que supone un guiño al anime japonés, una de sus primeras fuentes de inspiración estética. Lorca continúa: «la niña simboliza un alter ego que perdí en la juventud, pero que estoy seguro de que está ahí fuera, que sigue existiendo.


Pero la niña es sólo un aspecto: todo ser humano alberga varios espíritus que luchan constantemente entre sí. Así es como la niña interactúa con fuerzas inconscientes de todo tipo, en ocasiones violentas, a veces aprensivas o a veces tiernas». Es esa interacción la que el espectador percibe como tensión, o incluso malestar, porque el conflicto y el peligro nunca están lejos en sus obras. Y aun así, afirma tranquilamente, la niña es el espíritu más poderoso de todos. «Es el alma del cuadro. Cuando inspeccionas la obra de cerca, ves que permanece victoriosa. Es intocable, aunque esté en la cama y cerca haya un monstruo. Lo interpreto como un símbolo de esperanza. El mensaje es que en toda tragedia hay belleza. Y también que, incluso ante el peligro, hay esperanza».

Guillermo Lorca Mermaid

Pintar aleja el miedo

Su trabajo le proporciona también ese mismo sentido de esperanza que pretende inculcar a los demás. «La pandemia ha cambiado mi forma de ver el mundo. Durante un tiempo, de repente, no me sentía tan esperanzado. Me inundó (igual que al resto de las personas) un sentimiento de temor, miedo profundo y una sensación de mi propia mortalidad. Sentía que la muerte estaba a la vuelta de la esquina».


Según Lorca, esta nueva sensación se reflejó en sus cuadros. En el Moco Museum de Barcelona se exponen actualmente varias de sus «pinturas Covid». Por ejemplo, en The Healer (La curandera), una chica parece herir a un gorila que aparentemente está sufriendo. Pero Lorca asegura que es todo lo contrario: «en realidad está intentando salvarlo. Con este tipo de obras intento alejar mis miedos».

Animal dios final media

El arte es el alma de la sociedad

Entonces, filosóficamente, «ese es el poder del arte: puede penetrar en nuestros sentimientos más profundos y, al mismo tiempo, regular nuestras emociones. Nos ayuda a conocernos a nosotros mismos. Creo que el arte es la cúspide de nuestra creatividad como seres humanos, es el alma de nuestra sociedad. Corresponde a los artistas traducirlo en creaciones que nos generen sensaciones e inspiren a pensar. No importa si es a través de la pintura, la poesía, el cine o la música. La sociedad necesita símbolos para expresarse. Si nos quitan esos símbolos, como ocurre en algunas dictaduras, damos un paso atrás en nuestra evolución. Necesitamos el arte». Para ilustrarlo, Lorca comparte una anécdota.


Cuando era un joven artista, imaginaba en su cabeza composiciones para cuadros gigantescos, pero no tenía la menor idea ni podía imaginar cómo o en qué lugar exponer obras de escala tan monumental. Finalmente, las paredes del metro chileno le proporcionaron la solución, complaciendo tanto a Lorca como a los innumerables viajeros que asistían a esta colosal muestra de arte público. Luego, en 2019, Santiago se encontró en el centro de una tormenta política («se podría llamar revolución, sin duda»). Las protestas más feroces tuvieron lugar alrededor e incluso dentro de las estaciones de metro que albergaban las piezas de Lorca. Varias estaciones fueron incendiadas hasta los cimientos. Pero la buena noticia es que alguien («no sé quién») se encargó de poner a salvo las piezas de Lorca. ¿Dónde están ahora esas obras rescatadas? Lorca no tiene ni idea. Tampoco importa. Lo que le importa es que alguien, en medio de toda la agitación, no solo salvó su arte, sino que afirmó la importancia del arte en la sociedad.

Asset63455d1f44f873 39330402

Abrumador

Aunque antes de los disturbios las estaciones de metro se adaptaban perfectamente a Lorca como espacios de exposición: «incluso la temperatura de las estaciones de metro es muy parecida a la de los museos, lo que permite una excelente conservación de las obras», el artista insiste en el papel y el poder de los museos. «Son los guardianes del arte que albergan. Garantizan que perdure y permanezca. En cierto sentido, los museos son como las catedrales: cuando yo muera, seguirán en pie. Tienen un carácter sagrado».


Lorca explica cómo un objeto puede adquirir un significado diferente según el contexto y el espacio en el que se exponga. Sostiene que los museos van más allá, pueden incluso abrumar. Y eso es lo que le gusta, abrumar. Por eso sus obras suelen ser de tamaño natural: «cuando pinto personajes en esas dimensiones, más grandes de lo normal, cambian las proporciones y la relación entre el personaje representado y el que lo mira. Es una sensación totalmente diferente: aumenta la inquietud, la amenaza se vuelve más realista, la belleza más pura y se apela más intensamente a las emociones». Así es como Lorca y sus enormes óperas pintadas penetran en la mente del espectador, para residir allí, durante mucho tiempo.

Moco Museum

Contacto

    • Instagram
    • Tiktok
    • Facebook
    • LinkedIn

    Moco Ámsterdam

    Honthorststraat 20

    1071 DE Amsterdam

    amsterdam@mocomuseum.com
    Entradas

    Moco Barcelona

    Carrer de Montcada 25

    08003 El Born, Barcelona

    barcelona@mocomuseum.com
    Entradas

    Moco Londres

    Marble Arch 1-4

    W1H 7EJ London

    london@mocomuseum.com
    Entradas