Paris Hilton

Heredera de un imperio hotelero, mujer de negocios y autoproclamada #bosslady (#mujeremprendedora), Paris Hilton vendió su primer NFT, un dibujo de su gato Munchkin realizado con un iPad, en agosto de 2020. Una vez más, Paris está a la vanguardia. Durante la pandemia, Paris advirtió la importancia del mundo digital y de los NFT, que sirvieron de importante fuente de inspiración para muchas personas, y en especial para los creadores, en los días más oscuros de aquellos momentos. Decidida a convertirse en una autoridad en el universo de los NFT, decidió adentrarse en el “juego”: investigó al respecto, escuchó numerosos podcasts y mantuvo conversaciones con figuras destacadas del sector.

Si Andy Warhol se sentía fascinado por la cultura pop, Paris Hilton parece absolutamente obsesionada con los NFT. Ha creado una cuenta de Instagram dedicada a ellos, ha dedicado varias entradas al tema en su blog («Estoy entusiasmada con los NFT y tú también deberías estarlo») y creó su propio podcast «Qué demonios es un NFT». Incluso bautizó a sus perros Crypto y Ether, dos pequeños pomeranias toy, con referencias a lo que se ha convertido en su obsesión. Sus nombres resultan aún más graciosos teniendo en cuenta que su prometido se apellida Reum, con lo que cuando Ether y Reum se juntan se obtiene «Ethereum», un guiño a la célebre plataforma digital de blockchain.

En abril de 2020, Paris vendió su propia colección oficial de NFT, creada en colaboración con la artista Blake Kathryn, por más de un millón de dólares. El pasado verano reveló además que había invertido en la plataforma NFT Origin Protocol.